Dia 6: Llegada a la isla

Hoy la bitácora de viaje nos marca cruce a la isla, el que se hace pasando por Chile, aduana y balsa en Estrecho de Magallanes, así que mis ansiosos compañeros de ruta a las seis de la mañana ya estaban en pie y dando vueltas por el hogar de paso. Un par de vueltas en la cama protegida de frazadas pero no era para mucho tiempo, en un rato ocupe mi turno en la ducha matutina y después de un té con temperatura reconfortante, aun de noche salimos rumbo a la frontera rumbo a la isla.

Paso fronterizo argentino sin mayo demora, solo presentar los documentos propios y del auto. Paso fronterizo chileno, empezamos como una comedia de puertas al ir de un lado al otro ya que la que decía entrada estaba cerrada y la que decía salida obviamente solo salia gente. Ya empezando a preguntarnos si íbamos a quedar en el limbo fronterizo vagando por la eternidad, nos cruzamos con una carabinera chilena que nos indico como a niños de jardín por donde debíamos ir para entrar y visar el paso, lo que conseguimos después de idas y vueltas por el mismo camino. Terminado todo el papelerío, que no es muy complicado pero nosotros estábamos aun a media maquina supongo que por el sueño, salimos y nos indica la misma carabinera que nos faltaba llenar alguna forma, teniendo que volver como el juego de la oca al punto de partida para llenar todo y poder comenzar el camino en tierra chilena. Ya cansada la chica de vernos, casi ni nos miró la carga de equipaje y nos despidió para que no molestemos mas. 

Esperábamos como siempre después de unos kilómetros recorridos el trabajoso camino de ripio habitual pero nos sorprendimos con la nueva ruta chilena de paso fronterizo que dura aproximadamente algo cercano a las dos horas con un perfecto pavimentado y no teniendo que atravesar el extenso terreno rebotando y cimbrando por un par de horas.

Llegamos con mucha suerte a la balsa, no muy ocupada entre camiones, nos dieron el paso para acomodarnos encima y atravesar el paso con una corriente marítima hoy bastante tranquila dentro de lo que puede significar eso en un paso de aguas que se distinguen por la intensidad de las corrientes y el corcoveo natural que siempre tiene. Bajamos de la camioneta y enfilamos al sector de la balsa donde se paga el paso navegando el estrecho, esperando poder subir y salir a las cubiertas heladas para ver el paso pero nos encontramos con la sorpresa de que ya no es posible, todos los pasos por cubierta solo son accesibles para el personal de a bordo, así que nos quedamos desilusionados mirando todo a travésde una par de ventanales sin sentir la inclemencia natural sobre las cubiertas como lo hicimos las otras veces 

Llegados al paso argentino de frontera se empieza sentir el frio real en el mediodia y buscamos Rio Grande para poder recargar el termo con agua caliente y comenzar el ultimo tramo hasta el fin del mundo con facturas y panza calentita. 

Luego de unos cuantos kilometros Ushuaia de a poco nos empieza a mostrar su hielo y algo de nieve en los margenes, de a ratos caída de copos de agua nieve y aprovechamos algunos recodos para bajar algo congelados en las extensiones blancas de nieve y  asomos de rocas al costado del camino. Con el fondo de las montañas cordilleranas cubiertas de blanco y los arboles cortando la uniformidad de color.

La entrada a Ushuaia por tierra es una de las cosas mas bellas que he visto siempre en mi vida, cruzando la cola de la cordillera en subidas y bajadas por medio de las montañas para desembocar al borde del canal de Beagle es todo de una belleza de la que no puedo nunca evitar enamorarme. Definitivamente Ushuaia es uno de las imágenes mas bellas en mi vida en cualquiera de las épocas en las que he venido, nunca me cansa, siempre me sorprende.

Finalmente salimos al atardecer a buscar algo para la cena bajo una caida constante de agua nieve, naturalmenet bien abrigados, terminando el tramo de ruta 3 con unas buenas pizzeadas y a descansar tranquilos hasta mañana para recorrer el paraiso helado de Ushuaia